Évelyn Zúñiga Sánchez

Sobre el Día de las Culturas

Por César Andrés Ureña Calderón Profesor de Estudios Sociales y Educación Cívica Hace 20 años, cuando cursaba noveno año, tuve la dicha de escuchar una hermosa canción llamada “Cinco siglos igual”, misma que es obra del cantautor León Gieco, pero además tuve la fortuna de que llegara a mis oídos y mente en conjunto con el grupo de Nu Metal: A.N.I.M.A.L. (acrónimo de Acosados Nuestros Indios Murieron Al Luchar), ambos de origen argentino. Durante el recorrido que se hace en esta hermosa obra musical, sentí esas raíces aborígenes presentes en cada célula de mi cuerpo que aún hoy en día logran calar en mi corazón, generando que una lágrima baje por mis mejillas y se pierda entre mi barba… ya que los sentimientos por el sufrimiento de los pueblos americanos y el dolor que los ha recorrido por cada gramo de polvo, por cada esquina de tierra fértil y sagrada que se representa en este continente, es parte del dolor, la lucha, el alma en pena que cargamos. Luego de cinco siglos y tres décadas, podemos lamentar ese mal llamado “descubrimiento”, sin embargo, estancarse en ese lamento no es una opción, los pueblos americanos debemos recorrer la historia y generar nuevas ideas, instar al cambio a los movimientos sociales fuertes y que lleven a una democracia constante, sin temor a tener un futuro digno. Merecemos una América justa y cargada de muchas oportunidades, donde las banderas sean para abrigarnos bajo la mano de una madre tierra, tierna, derrochando esperanza. Siempre es buen momento para pensar, para creer en los pueblos que se han visto bajo las sombras de tantos años de dolor. Como costarricense, como latinoamericano, quisiera hoy evocar la palabras del poeta turrialbeño Jorge de Bravo, en su poema “Soy hombre”: Soy hombre, he nacido, tengo piel y esperanza. Yo exijo, por lo tanto, que me dejen usarlas. No soy Dios: soy un hombre (como decir un alga). Pero exijo calor en mis raíces, almuerzo en mis entrañas. No pido eternidades llenas de estrellas blancas. Pido ternura, cena, silencio, pan y casa… Soy hombre, es decir, animal con palabras. Y exijo, por lo tanto, que me dejen usarlas.

Octubre rosa

A nivel internacional y desde los años 90, octubre es conocido como el mes de la lucha contra el cáncer de mama. La mayoría de las organizaciones que combaten esta enfermedad concentran todos sus esfuerzos durante este mes para lograr un mayor impacto en la sociedad; pero no debemos olvidar que este mal ataca los 12 meses de año, es diagnosticado diariamente a casi 4 mujeres costarricenses y aunque nuestro país posee la mayor tasa de supervivencia para este tipo de cáncer en Latinoamérica, al año fallecen más de 400 mujeres en Costa Rica. A partir de los 20 años debes hacerte una autoexploración mamaria mensual, de preferencia al quinto día de la menstruación. A los 40 tienes que realizarte una mamografía cada 2 años y a partir de los 50 una vez al año, pero si cuentas con antecedentes familiares de esta enfermedad, debes realizártela a partir de los 34. Sabemos que la prevención y el diagnóstico precoz es la mejor arma para combatir este mal, por eso: ¡Tócate, quiérete y cuídate! Agradecimiento especial a Margaret Zúñiga y Grettel González por la elaboración de la pizarra informativa.  Previo Siguiente

El texto cinematográfico: Punto ciego

Quizá la conozca mejor como “Un sueño posible”; sin embargo, su título original es “The Blind Side”, que traducido a nuestro idioma sería “Punto ciego”. ¿Cuál es la relación de este título con el contenido de la película? De hecho, habría sido más apropiado mantener el nombre original. Un punto ciego hace referencia a lo que está detrás de nosotros y no podemos ver. Metafóricamente hablando, son acontecimientos negativos que nos pueden suceder. En la película, desde el principio pudimos apreciar el instinto protector de Michael hacia su madre, que a pesar de su negligencia, el protagonista siempre se escapaba de los orfanatos para ir a cuidarla. Una vez más ese instinto se hizo evidente cuando Michael no quería golpear a ninguno de sus rivales de juego (fútbol americano), hasta que Lean -su madre adoptiva- le dijo que debía proteger a su equipo como a su propia familia. Asimismo, Michael evitó que su hermano menor resultara herido por una bolsa de aire durante una colisión automovilística. De esta forma, él nos enseña que cada uno de nosotros debería proteger a nuestros seres queridos de esos puntos ciegos que les pueden acarrear consecuencias negativas. La película nos muestra también el lado humilde y altruista de una familia adinerada (recordemos que la cinta está basada en hechos reales), al hacerle frente a las vicisitudes de un ser humano que vivía en una sociedad caracterizada por no visualizar ese lado problemático, una sociedad que a propósito no quería ver que del otro lado de la ciudad existía la decadencia. Finalmente, Michael termina también por abrirles  los ojos a los profesores, quienes con gran profesionalismo consiguen despertar el potencial que el muchacho tenía, con lo cual este logra subir sus notas y alcanzar el éxito escolar. Educadores que comprendieron las necesidades de su estudiante y se preocuparon por encontrar métodos apropiados para lograr que aprendiera; educadores como los que necesitamos, que se preocupen por impulsar a los estudiantes para que tengan interés por aprender.  Ensayo elaborado por Priscilla Garbanzo, sección 11-5.

Sesión de fotos 9º y 11º

El pasado martes 20 y miércoles 28 de septiembre se llevó a cabo la sesión de fotos de noveno y undécimo año, respectivamente. Nos llena de mucha emoción y esperamos con ansias ver el resultado. Les compartimos algunos de los momentos vividos esas noches. Felicitaciones a los futuros graduandos. Agradecimiento especial a la profesora Andrea Pía por organizar a todos los grupos, coordinar ambas sesiones y acompañar a nuestros estudiantes de principio a fin. Previo Siguiente

Celebración de los 201 años de Independencia

Hermosa fiesta se vivió en el Liceo José Joaquín Jiménez Núñez para celebrar los 201 años de vida independiente. En una noche inolvidable, nuestros estudiantes diseñaron distintos carteles alusivos a los símbolos nacionales: la Guaria Morada, los Crestones, el Teatro Nacional, el Manatí, la Carreta, la Marimba, entre otros, engalanaron las paredes del salón de actos y fueron prueba fehaciente del compromiso, respeto, civismo y creatividad de nuestros alumnos, de quienes estamos muy orgullosos. Posteriormente, en el acto cívico, la Banda Municipal de Aserrí demostró la calidad profesional de sus músicos al interpretar diferentes himnos y melodías. Por supuesto que los bailes folclóricos y la mascarada no podían faltar, y de eso se encargaron nuestros estudiantes. La gastronomía típica costarricense los esperaba después: un delicioso tamal de chancho acompañado de aguadulce. Sin duda, fue una celebración digna de un 15 de Septiembre. Agradecemos especialmente al Departamento de Matemática por encargarse de toda la logística de esa noche, al profesor Daniel Chinchilla por facilitar la visita de la Banda, al profesor Diego Córdoba y sus alumnos de décimo año y la 11-6 por la mascada, y a los estudiantes Aleysha Solano (7-2), Selena Villegas (9-2), Junieth Villalobos (10-4), Viviana Jiménez (10-4), Jennifer Quirós (10-8) y Juan Carlos Murillo (10-8), quienes conforman el grupo de baile folclórico del Liceo José Joaquín Jiménez Núñez.  

¡Formá parte del grupo de baile folclórico!

Te invitamos a formar parte de nuestro Grupo Folclórico Cultura y Pasión. Si sos alumno(a) o egresado(a) de nuestra institución, te gusta el baile folclórico y tenés aptitud y compromiso, no perdás la oportunidad de ser parte de este grupo que nos ha dado tantas satisfacciones al representarnos dignamente en diferentes actos. Contacto: Viviana Jiménez, 11-6, teléfono: 8604-6420. Ensayos: Miércoles de 1:00 p. m. a 4:30 p.m. Sábados de 8:00 a.m. a 3:00 p.m.

Presentación de la Banda Municipal de Aserrí

Este 15 de septiembre tuvimos el gusto y el honor de escuchar a la Banda Municipal de Aserrí -la cual tiene 132 años de fundada-  durante el acto cívico para celebrar los 201 años de Independencia de nuestro país. Agradecemos muchísimo su impecable presentación. Especial agradecimiento a su Director, el profesor Rafael Alcides Chaves Torres; asimismo a Daniel Alejandro Chinchilla Masís, profesor de Química de nuestra institución, músico saxofonista y Subdirector de la Banda, quien fue el enlace principal para que  esta se presentara en el Liceo José Joaquín Jiménez Núñez. Extensivo agradecimiento al profesor Mauricio Angulo por su traducción al Lesco de nuestro Himno Nacional, y por supuesto a todos nuestros estudiantes por su excelente comportamiento.  Redes sociales de la Banda Municipal de Aserrí: Facebook Instagram

Agradecimiento del 15 de Septiembre

En el grupo 11-1 nos encontramos sumamente agradecidos y contentos por el gran amor y dedicación demostrados en la actividad de ayer, 15 de Septiembre; nos dieron una gran alegría. Nunca habíamos vivido esto tan hermoso. Gracias a don Pablo, Director de la institución, lo admiramos y agradecemos que nos hiciera vivir un año lleno de emociones que en el pasado no experimentamos, pero este, nuestro último año, ha sido maravilloso. ¡Gracias por tanto, se lucieron! El esfuerzo y dedicación por parte de los educadores y personal administrativo también fue evidente, genial,  ¡cuánto amor! Gracias a todos los colaboradores de nuestro querido colegio por una celebración de Independencia para nosotros inolvidable. Melissa Cascante ArtaviaPresidenta sección 11-1

Mi querida generación de oro

Agranda la puerta, Padre porque no puedo pasar;la hiciste para los niños,yo he crecido a mi pesar.Si no me agrandas la puerta,achícame por piedad;vuélveme a la edad benditaen que vivir es soñar.Gracias Padre, que ya sientoque se va mi pubertad;vuelvo a los días rosadosen que era hijo no más.  Miguel de Unamuno La vida me ha sentado hoy a escribir este remedo de reflexión, me ha tirado del cabello y me ha dicho que escriba, que escriba lo que hace tiempo me debí haber sacado del pecho, o más bien, del fondo del alma. Tendría yo unos 12 años (estaba en séptimo) cuando la orientadora del cole nos hizo llenar un cuestionario. Recuerdo perfectamente que una de las preguntas consistía en responder si yo quería crecer; sin pensarlo, respondí que no. Mi padre, que en ese entonces solía revisar mis cuadernos, al ver mi respuesta me reprendió y me pidió que la cambiara, que no era posible que yo no quisiera crecer, que no podía quedarme así toda la vida. Ante las vicisitudes que trae consigo la adultez, le resentí a mi padre (en realidad hasta el día de hoy) que me hiciera cambiar de respuesta, le resentí que no comprendiera que en realidad yo no quería crecer, le resentí que no entendiera que hubiera sido mejor quedarme pequeña para seguir jugando, para seguir chiroteando sin sosiego y evitar así todas las responsabilidades y sufrimientos que inherentemente trae consigo la adultez. Hasta el día de hoy… Esta tarde, viendo a mi hija menor jugar con plastilina, he pensado por un segundo que quisiera que se quedara pequeña toda la vida, pero de inmediato me he dicho que no, ella debe crecer, debe demostrarle al mundo de qué está hecha, debe caer y debe levantarse, a veces sola, a veces con ayuda, debe buscar y encontrar su camino en la vida, y ojalá una vida llena de felicidad y mucho éxito… en fin, simplemente debe crecer y vivir, y quedándose pequeña no lo lograría jamás. Han pasado muchísimos años desde la vez que mi padre me hizo cambiar de respuesta y hoy por fin lo he comprendido, lo he liberado y me he liberado de ese resentimiento. De haberme quedado pequeña ciertamente me habría evitado demasiados tropiezos -muchos muy dolorosos-, pero en definitiva, también me habría evitado vivir, ¡de tanto me habría perdido! De no haber crecido, jamás habría podido conocer a mis hijas, que me han demostrado una y otra vez que no se necesita compartir un solo gen para experimentar el verdadero amor, ese único amor por el cual vale la pena vivir y sufrir.  De no haber crecido, jamás habría podido acompañar a mi madre en sus últimos meses de vida y ser para ella el apoyo que creo haber sido. Y la lista podría continuar por cientos de páginas más; sin embargo, hay algo que me habría perdido que no puedo dejar de mencionar: de no haber crecido, jamás habría podido convertirme en educadora. Gracias al amor por las letras, inculcado por mi madre, terminé convirtiéndome en docente de castellano y literatura, profesión que he disfrutado durante los últimos 27 años,  dos de los cuales -lo que para nadie es un secreto- de pronto parecen haber quedado en el limbo, y aunque eso es tema para otra pseudo reflexión, ese par de años “perdidos” vinieron a hacerme valorar muchísimo más no solo la profesión que elegí para mi vida, sino a mis chicos y chicas. No todo en la pandemia ha sido malo, al menos a mí me hizo más humana, más empática, y eso es algo que agradezco. Estos últimos tres años me han permitido conocer más a fondo historias llenas de una inconmensurable resiliencia, mujeres  y hombres ejemplares de los cuales me siento muy honrada de ser su profesora. Más de lo que yo he podido transmitirles, han sido ellos quienes día a día me han dado grandes enseñanzas. Las clases de didáctica de la universidad me fueron muy provechosas, sin embargo, lo más importante lo he aprendido en el diario vivir no solo dentro de las 4 paredes del aula, sino fuera de ellas. Cuando este año se realizó el concurso para elegir el título del periódico del cole, que hoy por hoy avanzó a la página donde usted lee esto -si es que logró llegar hasta acá-, el ganador de “Generaciones de oro” explicó que el nombre lo eligió debido a la calidad que tienen todos los estudiantes del Liceo José Joaquín Jiménez Núñez, “no solo como seres humanos sino como estudiantes de una institución nocturna que han debido enfrentar y superar cientos de obstáculos para poder triunfar sin rendirse”. Así es. Mis queridos chicos y chicas de la generación 2022 -muchos de los cuales tengo por tercer año consecutivo- valen su peso en oro. A falta de pocos meses para concluir sus estudios de educación secundaria, agradezco enormemente que sean parte de las razones por las cuales ha valido la pena llegar hasta acá, y también espero que continúen sus estudios como hasta ahora, en forma disciplinada y responsable, viendo en ellos -como diría el gran filósofo italiano Nuccio Ordine- una herramienta para mejorar, para hacer del conocimiento un instrumento de libertad, de crítica y de compromiso civil. Empero, mi querida generación de oro, también es mi deseo que mantengan intacto ese niño y niña interior, porque en el amor hacia el saber, en la actitud abierta al aprendizaje constante, es ideal conservar la curiosidad innata infantil, con la humildad implícita en ella, dispuesta siempre al asombro y al deseo de conocer. Mejor aún si a ese anhelo y actitud efectiva de aprendizaje lo acompañamos también de otras cualidades usualmente presentes en la niñez, sobre todo cuando se encausan positivamente, como la de la apertura a la amistad, la solidaridad, la alegría, el perdón, entre otras que son tan imprescindibles para sobrellevar esta vida de adultos. ¡Que sean siempre como niños, mis queridos chicos y chicas!

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