Esta es su experiencia:
Se salió del LJJJN a las 3:00 p.m. del 01 de agosto, a la altura de Ipís se sumaron dos estudiantes más. El tiempo estaba bastante lluvioso por lo que se tuvo que tomar un Uber, la lluvia se mantuvo cinco horas. Una estudiante se dio de baja en Rancho Redondo pues no se sentía bien.
Se llegó al Mirador de Rancho Redondo a las 3:15 p.m. y solo se comió fresas. Se abasteció de agua y cofaleada.
“Ema”, el colado, resultó ser exalumno dos años en el Nocturno de Desamparados donde trabajé en propiedad 2013 a 2017 y Dios me concedió dos noches en el 2020 el JJJN ante una petición expresa (reitero DIOS me lo concedió).
Él y Wen provienen de barrios marginados, pero siguen estudiando para salir de su ambiente. Ema ya becado UCR en Aduanas. Solo estudia con 24 años. No quiso tomar electrolitos y fue el que más difícil la vio.
Camino a Llano Grande un antisocial nos tiró el carro a propósito y nos gritó improperios. Todo estaba muy oscuro y llegando a ese pueblo (casi cinco horas) salió la luna y se fue la lluvia.
Ya para ese tiempo cada uno soltó su yoyo de vida. Uh, para ello sirve este evento… entrar en esas vidas. Nunca lo digo.
Se formaron dos grupitos. Wen, la hablantina, su compañera atrás y, José y yo, adelante marcando ritmo. ¡Ni un paso atrás!
Preciosa y dura escuchar la historia de José y resulta que su hermanita es mi alumna en el LSUC.
Y aún otra sorpresa terrible: en el Restaurante en Llano Grande, donde íbamos a comer y beber, salió el dueño alegre y el lugar estaba cerrado pues iba a tener su treceavo hijo a los 67 años.
Solo pudimos bajar y un el único puesto de comidas eran de frutas y chatarra. Ya la hipotermia empezaba…
Este año no había puesto de exprofesora NAPO, nada de café. Solo tocó bajar, bajar y bajar hasta llegar donde Tencha y luego a la calle de los romeros.
Arribamos a la Basílica y agradecimos, no pudimos entrar por la cantidad de gente y también necesitamos comer para recuperarnos, duramos ocho horas en total. Luego devolvernos hasta Zapote y quedé bendecido de escuchar esos relatos de vida bastante difíciles de esos estudiantes que no pensaron que eso estaba en los planes de la Romería.
Wen dice que no repite la experiencia fue muy desafiante y la prefiere hacer por Ochomogo. Sin embargo, estoy bendecido de tener mi quinta Romería desde 2019 por esta ruta, quedan todos invitados para el 2024.