El viernes 28 de julio se realizó una visita a la Biblioteca Nacional en San José para disfrutar de la presentación “Poética: palabra y canto en manos de la Patria” con el grupo Son del Barrio, organizada por la Dirección de Gestión Sociocultural. Este grupo está compuesto Luis Arnoldo Gómez: Guitarra y voz, Amanda Quesada: Voz, Carlos Acuña: Voz).
Esta poesía musicalizada es una forma amena de ver la literatura. Esta propuesta tiene como objetivo dar a conocer una pequeña parte de la amplia gama de poesías costarricenses.
Por medio de la musicalización de varios textos, escogieron poetas costarricenses e interpretaron los diferentes poemas a través de la música. Estos músicos, además de visibilizar la poesía, expusieron la labor de nuestros autores costarricenses.
Poemas interpretados:
Poesía de Brunhilda de Portilla
Armonía de Luz de Ligia Zúñiga
Los ínfimos crepúsculos de Laureano Albán
Señor Silencio de Roy Carballo
Mi único pájaro de Ana Istarú
La maldición de Virginia Grüter
Deja correr el tiempo de Julián Marchena
Me Sabe de Arabella Salaverry
Carreta de mis recuerdos de Brunhilda de Portilla
Nocturno sin patria de Jorge Debravo
Umbral de Shirley Campbell Barr
Maestro de poesía de Isaac Felipe Azofeifa
Por último, se presentó el libro “La Enciclopedia Ngäbere Bukle” de Rodrigo Alexis Rodríguez Gallardo (Unchi) una obra que enseña la lengua y cultura ngäbe y fue creada como un instrumento para mantener su historia y ofrecer material literario a la población ngäbere. En Costa Rica (provincia de Puntarenas) viven otros 5 360 ngäbes.
Experiencia de nuestra estudiante Heysell Herrera Velásquez de la sección 11-5:
Jamás había entrado a la Biblioteca Nacional, hoy tuve la enorme dicha de hacerlo. La experiencia ha sido increíble, las múltiples sensaciones en mi cuerpo que provocaron los poemas son inexplicables. Desde dedicar una “Maldición” con ternura que efectivamente hace el despecho una mejor aventura y sobrevivir hasta lograr vivir “Dejando correr el tiempo” de la mano con el “Señor Silencio” y llegó un momento con sensación de libertad escuchando “Nocturno sin Patria”.
¡Qué bonita tarde hecha de música, de ternura y reflexión!, indescifrablemente me provoca el deseo de “tomar el lápiz y escribir mi primer poema”.