Évelyn Zúñiga Sánchez

Parafraseando a Don Juan

Para: Doña Esperanza De: Don Juan Querida doña Esperanza:    Para mí es un honor poder saludarla y escribirle esta carta para con ella hacer de su conocimiento el gran amor que yo siento por usted. Desde que la conocí no he podido ser capaz de sacarla de mi mente, una mujer tan bella e inteligente, con esa sonrisa y esos ojos que solo podrían compararse con la belleza y delicadeza de una mariposa en pleno vuelo.    Es simplemente imposible que un hombre como yo pueda pasar por alto tan magnífica obra de la naturaleza como usted lo es, tan perfecta como el cielo y las estrellas, el mar y la arena; es más, ni tales halagos podrían dimensionar lo que usted representa ante mis ojos.    Espero, querida mía, haberle podido expresar en esta pequeña carta todo lo que yo siento por usted y que, de ser posible, usted se vuelva mi amada compañera por lo que me resta de vida, ya que no podré volver a sentir algo de tal magnitud por ninguna otra persona en la Tierra.    Se despide, herido de amor, Don Juan. Joshua Hernández Alfaro Sección: 11-3

Noche de tertulia

Para introducir el tema del “grafiti”, el Departamento de Español ofreció a los estudiantes de undécimo año una charla con la MSc. Marialina Villegas Zúñiga, quien posee una licenciatura en la UCR en Antropología social, su tesis se titula: “Apropiación del espacio público urbano a través del graffiti: los casos del Edificio Saprissa y Barrio la California en San José, Costa Rica”. Asimismo obtuvo su maestría en Antropología visual y documental antropológico con su tesis “Graffiti y street art como prácticas corporales (o de cómo la experiencia de la ciudad pasa por el cuerpo): la Floresta y Chillogallo, Quito, Ecuador”, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, sede Ecuador (FLACSO-Ecuador).  

¿Quiénes son los autores del nombre de nuestro periódico estudiantil?

Me llamo Cristian Burgos Chaves, tengo 33 años, he estudiado en el José Joaquín Jiménez Núñez los 5 años completos, actualmente estoy cursando Bachillerato en la sección 11-1. Soy padre de un varón de 15 años. Mi pasatiempo favorito es compartir tiempo con mi hijo y mis seres queridos. Me considero una persona tranquila, humilde, luchadora, esforzada y amigable. Mi sueño es ser ingeniero en electrónica. Elegí el título “Generaciones de oro” debido a la calidad que tenemos todos en el cole, no solo como seres humanos sino como estudiantes de una institución nocturna que hemos debido enfrentar y superar cientos de obstáculos para poder triunfar sin rendirnos, especialmente durante estos últimos 2 años que han sido tan duros para todos. Me llamo Joshua Hernández Alfaro, tengo 22 años, estoy en la 11-3, vivo en Guadalupe centro, entre mis pasatiempos más recurrentes se encuentran el ciclismo y jugar videojuegos. Una de las actividades que más me gusta realizar es salir de paseo a conocer el sinfín de rincones hermosos que tiene Costa Rica repartidos por todo el territorio nacional. Una de mis metas más importantes para este año es conseguir el Bachillerato; después de concluirlo me gustaría cursar alguna carrera relacionada con el ámbito de la tecnología, al día de hoy lo que más me llama la atención es la programación o desarrollo de tecnologías con base en la automatización de procesos. Mi título “La voz del Nocturno” viene como idea o representación de que nosotros como estudiantes somos de suma importancia en la institución, que nuestra voz también cuenta en la toma de decisiones y que podemos y debemos ser escuchados.

Trabajos de undécimo año sobre Don Juan

El Neoclasicismo es sin duda alguna uno de los movimientos artísticos más relevantes de la historia. Durante el mes de marzo los estudiantes de undécimo año leyeron, analizaron y representaron una de las obras más importantes del Neoclasicismo: Don Juan, del escritor francés Jean Baptiste Polequin, mejor conocido por su pseudónimo de Moliére. He aquí algunos de sus trabajos: Valeria Briceño Aguilar, de la sección 11-1, plasmó magistralmente la última escena de la obra en que, por sus pecados, don Juan es condenado al infierno. Su compañero Andrey Araya Ruiz, por su parte, reprodujo el momento en que la estatua del Comendador se presenta por primera vez ante don Juan y su criado Sganarelle. En la misma sección, y utilizando materiales reciclables, Bruce Castro Brenes construyó una fantástica réplica del mausoleo del Comendador. En la sección 11-2, mientras Meylin Arguedas Rodríguez (fuera de cámara) ejecutaba una pieza musical en su violín Zeus, Natanael Caldera Pereira encarnaba a don Juan, Steven Gómez Arguedas a Sganarelle, y Paola Calderón Rojas se vistió de muerte con guadaña en una breve pero excelente dramatización de la escena V del acto V. No podía faltar la plastilina. Con gran habilidad, Shirley Lizano Mora, de la 11-3, moldeó a don Juan. Utilizando su tableta y el programa Ibis Paint, Brenda Chavarría Centeno, de la sección 11-4, representó con detalle el momento en que don Juan y Sganarelle llegan al mausoleo del Comendador. En la 11-5, Hilary Arguedas Ramírez, quien es una experta en deleitarnos con su deliciosa repostería, decidió hornear un queque y decorarlo con una imagen comestible de don Juan. Finalmente, estudiantes de la 11-5 montaron un teatro de títeres para representar los actos IV y V. Todo, desde los muñecos hasta el escenario, fue elaborado por ellos mismos. Participaron: Mónica Carmona Martínez, Priscilla Garbanzo Villalobos, Miguel García Vargas, Jacqueline Hernández Ruiz, Suyén López Orozco, Reichen Nieto García, Jhonny Sánchez Torres y Alex Sequeira Ramírez. Un especial agradecimiento a la señorita Brittany Barrantes Hernández y al señor Alexander Barrantes Bolandi, respectivamente: hija y esposo de Jacqueline, por su valiosa ayuda en este proyecto.

El Neoclasicismo, el Siglo de las luces, la Ilustración y la Revolución francesa: el contraste radical de sus ideas con la crisis entre Rusia y Ucrania

El Neoclasicismo, el Siglo de las luces, la Ilustración y la Revolución francesa: el contraste radical de sus ideas con la crisis entre Rusia y Ucrania. “La guerra no es más que un asesinato en masa, y el asesinato no es progreso”.                   Alphonse de Lamartine. Durante el siglo XVIII asomaría con su luz brillante el Neoclasicismo, que funda sus bases en el pensamiento clásico y que, en su dirección hacia el progreso, la ciencia y el nuevo conocimiento, llenaría la mente del ser humano con su formación y principios morales.  Se toman como principios las ideas de la Ilustración, asimismo con ella se lograría combatir la ignorancia en que la mayoría de personas vivían en ese entonces, es por ello que a este siglo XVIII se le conoce también como el Siglo de las luces, pues se procura iluminar la mente del ser humano con la formación de nuevas ideas. Con lo anterior, veríamos un cambio bastante notorio ya que la industria se revolucionaría y modernizaría a tal punto que cambiaría nuestra forma de vivir, se crearían nuevas empresas que generarían empleos en masa y, en general, la vida sería más cómoda en todo aspecto. Por otra parte, no podemos olvidar un tema muy importante, la monarquía se vendría abajo gracias a la Revolución francesa y daría así origen a uno de los mayores logros de la era moderna: la declaración de los derechos humanos; la libertad, igualdad y fraternidad jugarían un papel importante a partir de ese momento. Empero, ¿cuál es la relación de todo esto con la destrucción y muerte que vivimos en la actualidad? Basta con encender el televisor para empezar a recibir las malas noticias de todo el globo terráqueo. Lo que en su momento fue paz y amor hoy es guerra y odio. En un contraste radical olvidamos entonces ese siglo XVIII que reflejaba lo moderno y que implicó un gran avance para el ser humano, que levantaría la economía y todo el ámbito laboral; hemos creado ahora nuestro propio infierno y lejos de continuar progresando hemos retrocedido a pasos gigantescos, el ser humano tristemente ha tomado como bandera la barbarie, la explotación del hombre por el hombre. La codicia y las ganas de gobernar el mundo tienen enfermos a nuestros líderes que, cegados por su ego, solo buscan demostrar quién puede adueñarse de los territorios de otros países, como ocurre actualmente en la crisis entre Rusia y Ucrania, en que cientos de personas inocentes están pagando el precio con su propia vida. Lamentablemente hemos perdido el amor, los valores, la manera correcta de llevar el rumbo hacia un futuro positivo donde un simple saludo bastaría para alegrar el día a cualquiera. Se supone que todos somos iguales y que el respeto al prójimo debería ser la clave para mantener la supervivencia de nuestra especie. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos transcurren los años y todo cambia rápidamente, pasamos de la era de la luz a tiempos de oscuridad, pasamos de innovar y crear a destruir lo que tanto costó lograr en su momento. Las ideas surgidas durante el siglo XVIII deberían habernos convertido en una civilización modelo, en una especie digna del planeta que pisa, sin embargo, no ha sido así. Finalmente, pareciera verídico que nuestra extinción la provocaremos nosotros mismos, el conflicto entre Rusia y Ucrania aparenta ser el primer paso para esto, ha dado inicio la ley de la selva. Pero… ¿es posible cambiar lo que se vislumbra como un destino funesto? La fe y el positivismo probablemente nos responderán que sí, que es posible renovarnos y volver a iluminar no solo nuestra mente sino también nuestros corazones. Estamos llamados a ser parte de la solución y nunca el problema, es nuestra responsabilidad, se lo debemos no solo a nuestros hijos sino a nuestros antepasados, quienes lucharon por el progreso y el bienestar de la humanidad. José Aguilar C. 11-2 600 palabras.

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