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8M EN SAN JOSÉ

Hoy, 8 de marzo, cientos de mujeres costarricenses se reunieron en la Avenida Segunda de San José para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. La jornada estuvo llena de energía, color y un claro mensaje de lucha por la igualdad de género, los derechos laborales y la justicia social.

Desde tempranas horas de la mañana, las participantes comenzaron a llegar con pancartas, consignas y banderas que exigían un trato justo para las mujeres, el fin de la violencia de género y el respeto a sus derechos fundamentales. La marcha comenzó cerca de las dos de la tarde, uniendo a cientos de mujeres de diversas edades y sectores, que se sumaron con el objetivo común de visibilizar sus demandas y celebrar los avances conseguidos hasta ahora.

La Avenida Segunda, habitualmente concurrida, se llenó de música, consignas y cánticos que resonaban por toda la capital. Algunas de las consignas más coreadas fueron “¡Ni una menos!”, “¡Vivas y libres nos queremos!” y “¡El patriarcado caerá!”, que reflejan el sentir colectivo de un movimiento que, aunque celebra los logros obtenidos, sigue luchando por erradicar la desigualdad que persiste en diversas áreas de la vida cotidiana.

La marcha no solo fue un acto de protesta, sino también una celebración del empoderamiento femenino, del liderazgo de las mujeres en diversos campos y del trabajo incansable de muchas organizaciones que han luchado a lo largo de los años por los derechos de las mujeres en Costa Rica. Diversos colectivos de mujeres, organizaciones no gubernamentales y grupos estudiantiles se unieron a la marcha, sumando esfuerzos y compartiendo sus historias de lucha y resistencia.

El evento también fue un recordatorio de que, aunque el país ha avanzado en varios aspectos, como la incorporación de la mujer en el ámbito político y laboral, aún existen desafíos importantes que deben abordarse, como la brecha salarial de género, el acceso igualitario a la educación, y la erradicación de la violencia machista que persiste en diferentes formas.

La marcha culminó en un acto simbólico, donde varias mujeres líderes del movimiento compartieron discursos con un mensaje de esperanza, unidad y determinación. La jornada concluyó con un ambiente de celebración, pero también con la reflexión sobre el trabajo que sigue siendo necesario para alcanzar una verdadera igualdad.

El 8 de marzo en San José fue una muestra de fuerza y unidad, un recordatorio de que las mujeres costarricenses continúan luchando por un futuro más justo, equitativo y libre de violencia.

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