“-Cada vez que miro, no estás donde necesito que estés. Y no es mi imaginación. Entonces, ¿adónde diablos vas todos los días?
-Al baño, señor. ¡Al baño! ¡Al maldito baño!
-¿Por 40 minutos al día? ¿Qué haces allí? Estamos aquí. Deposité mucha fe en ti…
-No hay baño para mí aquí.
-¿Qué quieres decir con que no hay baño para ti aquí?
-¡Aquí no hay baño! No hay baños para gente negra en este edificio o cualquier edificio fuera del Campo Oeste… ¡que está a media milla de distancia! ¿Sabía eso? ¡Tengo que caminar a Tombuctú solo para ir al baño! Y no puedo usar una de las bicicletas prácticas. ¿Se imagina eso, señor Harrison? Mi uniforme… Falda debajo de las rodillas y los tacones. Y collar de perlas simple. Bueno, no poseo perlas. ¡Dios sabe que se no paga a los negros lo suficiente como para permitirse tener perlas! Y trabajo como un perro, día y noche, ¡viviendo del café de una jarra que ninguno de ustedes quiere que yo toque! ¡Así que disculpe si tengo que ir al baño unas cuantas veces al día!”
Diálogo tomado de la película “Talentos ocultos”