Por Mónica Acuña Rojas, docente de Biología
La creatividad es un eje transversal en mi práctica pedagógica. Desde mis primeras experiencias profesionales, he procurado integrar enfoques creativos en el diseño y ejecución de actividades, reconociendo que la innovación didáctica no solo estimula el aprendizaje, sino que también fortalece el vínculo entre el conocimiento y la motivación estudiantil.
Mi inclinación por las ciencias, sumada a una habilidad natural para explicar conceptos complejos de forma clara y accesible, me llevó a identificar mi vocación docente. A partir de esta revelación, me propuse desarrollar propuestas educativas que fueran dinámicas, atractivas y pertinentes para jóvenes adultos, incorporando recursos tecnológicos como herramienta de mediación pedagógica.
Descripción de la actividad
La actividad propuesta consistió en la elaboración de la secuencia del ADN, dirigida específicamente al nivel de décimo año. Mi objetivo principal fue facilitar la comprensión de las bases nitrogenadas (adenina, timina, citosina y guanina) y su relación con los rasgos genéticos de los organismos. A través de esta experiencia, los estudiantes pudieron visualizar y manipular la estructura del ADN, promoviendo el aprendizaje significativo mediante el uso de materiales concretos y dinámicas colaborativas. La actividad no solo fortaleció contenidos curriculares de Biología, sino que también estimuló el pensamiento crítico, la curiosidad científica y la capacidad de establecer conexiones entre la genética y la identidad biológica.
