En esta conmovedora publicación, una estudiante de undécimo año nos abre las puertas de su alma a través de un delicado poemario compuesto por 30 poemas que nos invitan a recorrer los paisajes más íntimos de su corazón. Con una voz lírica cargada de sensibilidad y madurez, la autora nos guía por un viaje emocional donde cada verso revive experiencias pasadas, evoca amores que dejaron huella y sueña con ese amor profundo que la vida, a veces, nos permite vivir… aunque muchas veces se quede como una bella ilusión, habitando en lo más profundo del alma. Este poemario no solo es una expresión poética, sino también un retrato de su historia personal, que nos permite conocer los orígenes de su inspiración, su mundo interior y la pasión que la llevó a convertir sus sentimientos en arte. Este poemario es, sin duda, una obra que toca el alma y deja una estela de emociones en cada lector. Poemas 1. ¿A quién le duele mi llanto? En mi pecho hay un llanto que calla, que ha callado por años, sin motivo, sin razón, hasta lo más profundo de mi ser. Hoy, con lágrimas rodando por mi mejilla, me pregunto qué me pasa. ¿A quién acudo? ¿Quién escucha lo que ni yo entiendo? Me pregunto: ¿A quién le duele mi llanto? ¿A quién le importa esta tristeza muda? Soy un alma buscando refugio en un mundo que no siempre responde, pero sigo escribiendo, porque en las palabras quizá alguien me encuentre… quizá me encuentre yo. 2. A Juan Carlos, mi príncipe y guerrero de Dios Recuerdo que, desde niños, tu carisma fue un farol, eras el príncipe de sueños, con un alma de sol. Tu forma de ser, tan dulce, tan leal, tus sentimientos, puros… un regalo celestial. Los años pasaron, la distancia nos separó, tomamos senderos distintos, pero el recuerdo nos unió. Aquel tiempo de infancia aún vive en mi interior, como un eco sagrado de ternura y de amor. Querubín hermoso, elegido por Dios, aunque la vida te marcó con su cruz, tu sonrisa fue escudo, tu fe una luz, siempre deseando lo mejor, sin un “por qué” ni un “adiós”. Mensajero de paz, de esperanza y bendición, eras un guerrero que vencía con el corazón. Te llamo mi príncipe, mi amigo, mi inspiración, y aunque partiste… ¡qué grande es tu lección! No sabes el vacío que dejaste al partir, pero tu risa encantadora no se deja extinguir. Esa forma de ser, tan tuya, tan fiel, vivirá en nosotros… con cada amanecer. Hoy humildemente estas líneas te doy, con lágrimas en el alma, pero con amor, para decirte, Juan Carlos, mi flor: fuiste, eres y serás… el mejor. 3. A ti, mujer admirable Eres una mujer emprendedora y digna de admirar, mi ejemplo a seguir, más que hermana, eres madre. Hace tiempo mis prosas no han de leerte, pero hoy te escribo estas líneas que nacen de mi corazón. Para muchos quizás no tengan sentido, pero sé que tú las comprenderás. Léelas con atención, porque llegarán hasta lo profundo de tu bello corazón. Sé que desde niña te convertiste en mujer, en tu adolescencia fuiste madre, has luchado como una guerrera para darle siempre a tus retoños lo mejor. Siempre has dejado de ser tú, has renunciado a tus sueños, a tus metas, para brindarles un futuro mejor. No serás perfecta, tienes tus defectos y virtudes, pero eres valiente y fuerte. Eres mi orgullo, mi madre, mi amiga, mi consejera, mi apoyo. Simplemente eres tú, la mujer que tanto quiero. No me alcanzan las palabras para decirte lo feliz y orgullosa que estoy. Hoy te invito a subir al vagón de la bendición, a ser niñas otra vez, y dejar que Dios nos cubra con su amor. Hoy deseo expresarte, hermana, que eres lo mejor. 4. Amor, esperanza En la soledad de mi habitación, mi corazón se pierde en silencio, En horas vacías que rodea la noche que se estrella lentamente, Pero todavía estoy esperando, como los que están esperando el sol, Un amor sincero que calma mi dolor que llevo adentro. Cada paso que doy es un suspiro en el viento E incluso si el camino es incierto, todavía busco un momento en el que mis ojos brillan con la luz de tu amor, Y mi alma está llena de paz, sin miedo. Estoy esperando ese abrazo que me devuelva el aliento Esa sonrisa que transforma mis miedos en sueños. E incluso si no sé si ya te había encontrado, Sé que, en una esquina, serás mi verdad. Porque sé que hay amor, lo llevo adentro, En cada palabra, en cada sentimiento. Solo quiero encontrar ese amor sincero, Déjame decir: “Aquí estoy y siempre seré tu refugio, tu cielo. 5. Amor imposible Con cada caída del velo de la noche, mi corazón palpita con emoción, porque sé que veré a mi estrella hermosa, quien es la fuente de mi toda inspiración. Busco en lo profundo de mi ser las prosas más hermosas y tiernas, para confesarte lo que este loco corazón encierra. Sé que eres una estrella inalcanzable, la que brilla y me regala ilusión, y aun así, deseo encontrar las palabras para expresar esta admiración. Me encantan tus pecas, que adornan tu piel con gracia, los hilos de oro en tu cabeza, tu sonrisa, que mi alma abraza. Me fascina verte bajo la luna, tu silueta es un hechizo en la bruma. A escondidas cautivas mis miradas, y hasta una sonrisa me robas, callada. Aunque eres mi amor imposible, eres tú quien me inspira hoy. Y con mi puño y letra te confieso lo que guardo con fervor: Que hay algo profundo y sincero que en tu presencia cobra voz, y en el silencio de esta noche te dedico mi humilde poesía… 6. Anhelada estrella Mujer de cabellera dorada y ojos color miel; hermosa estrella con una luz cálida que mis ojos no habían podido conocer. ¡Oh hermosa doncella de piel blanca con hilos de oro que decoran